Gesto plástico
Los dos gestos analizados hasta ahora: el gesto impulsivo junto con el gesto sonoro – envueltos o no en unos accesorios paralelos – nos ofrece un resultado final al que denominaré ‘gesto plástico’.
La danza es una creación de belleza, hace acopio de los gestos plásticos más elementales que le ofrece la naturaleza y los combina coherentemente en un mensaje personal y dinámico. Es una coordinación estética de movimientos corporales.
Tras las danza clásicas o románticas surgen nuevas técnicas en actitudes que no correspondían a ningún código de la danza académica. Los viejos esquemas fueron sustituidos por una gesticulación más esencial.
A comienzos del siglo XX surge un hombre ruso que impactaría en la culta sociedad parisina y cambiaría el concepto de la danza: Sergei Diaghilev, mecenas del arte. Este empresario ruso puso en marcha una serie de actividades culturales: exposiciones de pintura, conciertos, ópera y ballet… los célebres ‘Ballets Rusos’ que atraían la atención de críticos, intelectuales y público en general. Con maravillosos bailarines como Nijinski y Pavlova, en conjunción de espectáculo con otras artes, consiguió Diaghilev el llamado estilo de los Ballets Rusos.
La escenografía de sus espectáculos llevaba la firma de prestigiosos artistas como Baskt, Picasso, Braque, Matisse, etc.
Durante los años 30 y a principios de los 40 aparecieron jóvenes creadores como Martha Graham que dieron un impulso fundamental a la danza moderna. Martha Graham comenzó su propia exploración de la mitología griega. La técnica de danza de Martha Graham es uno de los principales fundamentos de la danza moderna hoy en día, aportó con su técnica grandes innovaciones en respiración, contracciones y estiramientos. Los gestos evolucionaron considerablemente. Su técnica hace que uno baile con desarrollos en el suelo.
Ya en la década de los 50 la nueva generación de bailarines modernos se reveló contra este énfasis psicológico en la danza. Alwin Nikolais, que no procedía de la tradición Graham, resumió esta postura al declarar que la danza debe ser movimiento, no emoción. En el escenario ilustró su punto de vista disfrazando el cuerpo del bailarín con máscaras, telas elásticas que lo transformaban en una escultura viviente, con un diseño abstracto.
Afirma Nikolais:
“El baile es el arte del movimiento, no de la emoción.
Lo que busco es la poligamia de movimientos, forma, color y sonido.”
En los años 50 otro gran coreógrafo formó su compañía aportando nuevas formas de danzar. Se llamaba Alwin Ailey. Su nombre está íntimamente ligado a la danza afro-estadounidense. Sus coreografías exponen temas de la Norteamérica negra y su repertorio abarca desde el jazz al ballet clásico.
El gesto plástico auténtico está en el propio cuerpo del bailarín, en la línea argumental de sus movimientos y en la manera de presentarlos en escena.
Generalmente, el gesto plástico viene arropado por efectos de luminotecnia para resaltar el climax de la acción. Pero en definitiva, todo espectáculo de danza es una antología del movimiento humano, individual o colectivo.
Existe un considerable número de inquietos creadores preocupados por la plástica de la danza. Vamos a ver una creación de una gran profesional norteamericana, Carolyn Carlson, Momix, Karlota Ikeda etc.
La danza investiga, trabaja en la estética con los elementos corporales de que dispone y los gestos que es capaz de generar. Contemplando siempre la participación de otras artes, literatura, pintura, música, escultura, poesía, va transformando mensajes en espectáculos completos en los que están siempre presentes los tres conceptos analizados en esta audición y que son los que conforman la danza: el gesto impulsivo, el gesto sonoro y el gesto plástico.
El gran coreógrafo Maurice Bèjart definió bastante bien por qué es necesaria la danza. Decía Bèjart:
“Tenemos necesidad de la danza para encontrar la armonía, no solamente en los demás sino en nosotros mismos, porque el hombre, hoy, no sufre solamente una soledad en medio del ‘frío escaparate’ de la civilización mecánica. Sufre sobre todo una laceración en el propio ser.”
La danza, el ballet, es hoy el arte completo. No podemos hablar tan solo de coreografía e intérpretes, se ha creado un nuevo tipo de artista polivalente pues ha de ser experto, además de en danza, en música, en mimo, en recitación, en conceptos de espectáculo completo. Los repertorios se renuevan constantemente aunque siempre va unido a la investigación, al vanguardismo, a un revisar tiempos y obras pasadas para procurar presentarlas con distinto lenguaje.