Durante su existencia fue el límite europeo entre el cristianismo y el islam.

A lo largo de 1000 kilómetros terrestres y marítimos, la zona fronteriza llamada Banda Morisca se configuró como un lugar de intenso intercambio económico, cultural y de todo tipo de actividades que bordeaban la legalidad de aquellos momentos.

Militares, religiosos, campesinos, ganaderos, traductores y buscavidas se encontraron inmersos en un variopinto hacer cotidiano que dio lugar a una particular tipología humana: la gente de frontera.

Pretendemos acercarnos a esta época de nuestra historia, Y realizar una posterior visita a la increíble ciudad de Antequera, auténtica joya de Andalucía.

Ponente: Isabel Martínez de Roda. Presenta: Encarnación Escañuela