Edificios religiosos
Antiguo Convento de San Francisco
En 1516, el rey Fernando donó a los frailes franciscanos, el terreno donde se ubicó la primera construcción de la catedral de Granada. Allí fundaron el convento de San Francisco, llamado Casa-grande para diferenciarlo del de la Alhambra. El convento fue destruido en 1810 por las tropas francesas durante la guerra de la Independencia. En la actualidad, tras usos diversos, entre ellos el de capitanía general, es la sede del MADOC. La destruida iglesia estaba en la que hoy es la plaza del padre Suárez. Allí sugiere el prof. Francisco Cantera que debió levantarse la sinagoga.
Convento de San. José
En la calle San Matías. Este convento se ubicó en una casa que perteneció al Gran Capitán, cedida por la Duquesa de Sesa a las Carmelitas Descalzas. Decimosexta de las fundaciones realizadas en vida de la Santa Teresa. En su interior, podemos admirar el báculo de la Santa.
En la fachada hay una placa con la inscripción: «En esta casa vivió y en ella murió, el 2 de diciembre de 1515, el Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Aguilar y de Córdoba, Duque de Sesa, Terranova y Santángelo, héroe cristiano, glorioso vencedor de moros, franceses y turcos, a cuya ilustre memoria la Comisión de Monumentos históricos de la provincia de Granada erigió esta inscripción. Año de 1874».
Convento de las Carmelitas Calzadas
En la calle de las Monjas al principio del barrio Realejo. Del siglo XVI. Convento de las Carmelitas Calzadas, o “de las Calabaceras”, como popularmente se las conoce, porque sus monjas durante algún tiempo se mantuvieron económicamente fabricando pasteles de calabaza.
Fue morada de beatas hasta 1508, fecha en que la hermana Sor María de San Sebastián fundó el convento bajo advocación de Nuestra Señora de la Encarnación en una casa donada por cortesía del caballero Don Juan de la Torre. Al convento primitivo se le añadió posteriormente una capilla propiedad de Don Jofre de Loaysa, familia que labró la capilla mayor para su enterramiento.
Iglesia Imperial del Apóstol San Matías
Claro exponente de la arquitectura religiosa granadina del siglo XVI. Fundada por el emperador Carlos V, muy devoto de San Matías por haber nacido el 24 de febrero, y por haberse producido en ese mismo día en 1525 la victoria sobre las tropas francesas en Pavía. En principio se ubicó en una pequeña mezquita, la Jima Abraen, situada en la actual calle Navas.
El convento de Santa Cruz la Real
De los Padres Dominicos fue fundado por los Reyes Católicos en 1492 con un claustro de estilo manierista y unas magníficas escaleras imperiales. En la actualidad, además de convento, parte está dedicado al colegio mayor universitario Santa Cruz la Real.
Iglesia de Santo Domingo
En la plaza del mismo nombre con la estatua de uno de los hijos del barrio más universales Fray Luis de Granada. En el interior destaca el Camarín y Retablo de la Virgen del Rosario, Co-Patrona de la Ciudad, y una de las joyas del barroco.
Convento de Santa Catalina de Sena
En la Cuesta del Realejo, que desciende hacia la plaza del mismo nombre. Fundado en 1520 sobre el solar de un antiguo edificio árabe. En el inmueble se instaló un cenobio de monjas dominicanas, en 1530. Saqueado por los franceses en 1810, pudo subsistir a duras penas hasta 1860, como refugio de religiosos de otros conventos suprimidos.
Su portada principal, adintelada y extraordinariamente sencilla, está decorada por un escudo de la Orden con la leyenda Veritas, un rosario colgante, una palma y una ramita de olivo. A través del zaguán, cubierto con un bello alfarje de madera, se accede a un patio distribuidor peristilado y ajardinado, rodeado de arcos de medio punto y columnas toscanas.
Convento de la Madre de Dios de las Comendadoras de Santiago
El 6 de noviembre de 1501, se instituyó aquí el primer convento femenino de Granada. La urgencia por convertir al Cristianismo a la población morisca, obligó a los reyes a fundamentar con cimientos sólidos la labor pastoral y de evangelización, mediante la fundación de instituciones religiosas. La reina Isabel I la Católica se encargó personalmente de asegurar una buena dotación económica para la orden religiosa de Santiago con unas casas (llamadas De la Doctrina) y tierras que correspondían a Aixa, la madre de Boabdil.
Fue deseo expreso de Isabel dedicar el convento al Apóstol Santiago, patrón de España, como muestra de agradecimiento por su ayuda en la misión de poner fin al poder musulmán sobre la Península.
La iglesia fue construida en su mayor parte en el siglo XVI, aunque en el XVIII, sufriría algunas modificaciones. De su construcción primitiva datan la portada principal de piedra, en Calle Santiago, conformada por un gran arco de medio punto doblado, con un águila –algo deteriorada– sobre la clave, cuyo pecho acoge un escudo de los Reyes Católicos. También es original la segunda portada, lateral e independiente. Ambas puertas dan a un pequeño compás de suelo empedrado, a través del cual se accede a la iglesia, a la torre-campanario y al convento. La portada ricamente decorada es de estilo barroco.
La torre, es el elemento arquitectónico que más resalta desde el exterior: se divide en tres tramos de mampostería y ladrillo encalados, diferenciados mediante molduras y aleros de canes de madera; cada segmento decrece respecto al anterior conforme se asciende hasta la cúspide, rematada por un tejado a cuatro aguas con veleta metálica.
Convento Ntra. Sra. de los Ángeles
En la calle Molinos de monjas clarisas. La fachada en ladrillo se articula en dos pisos moldurados con vanos adintelados y acodados, con remate superior con ventanas a manera de galería, ornado con decoración geométrica y apilastrados. Este tipo de portada es único en la capital granadina, aunque no infrecuente en Cádiz o Sevilla.
En el interior se encuentran lienzos barrocos de gran valor como el Crucifijo de la Sala de juntas, la Virgen de la Caridad, un San Antonio del Salón de Actos, y la Inmaculada de la escalera.
Iglesia Parroquial de San Cecilio
Construida en 1501, la iglesia debió asentarse, primeramente, en la mezquita de la calle Antequeruela, que parece estaba más arriba sobre un solar de una antigua sinagoga que tuvieron los judios en la Granada Nazarí, aunque hay quien apunta que éste terreno había sido ocupado por un oratorio cristiano permitido por los soberanos de la Alhambra. Su portada, obra de Juan de Marquina (1533), es plateresca y ostenta la imagen del santo titular, obra de Nicolás de León. También aparece el escudo del arzobispo Don Gaspar de Ávalos.