TERCIOPELO AZUL
Las noches de verano, las familias
solíamos reunirnos en la acera.
Como un pequeño enjambre
con su zumbido insomne y permanente,
los adultos hablaban entre ellos
de naderías y trivialidades,
salpicadas de anécdotas
y chistes aprendidos
recientemente en el trabajo.
Callábamos los niños
mientras los hombres
fumaban su tabaco
interminable y las mujeres
ensanchaban la vida con su risa
alegre y caudalosa.
Desde mi cuarto, al fondo
de la casa, a lo lejos
seguía oyendo
el rumor de sus voces
y, mecido por ese terciopelo
azul, el sueño me alcanzaba.
José Luis Ortiz
MALABARISTAS DEL TIEMPO
Te rozas con ellas diariamente
deambulando entre calles,
pensamientos, agendas,
equilibrios de afectos y economías.
Milagros urbanos del día a día
bajo invisibles y dorados
nimbos cotidianos
son heroínas vestidas de diario.
Y todo al final cuadra al milímetro.
No sabes cómo se cumple el misterio:
leíste el libro necesario,
apagaste la luz de su cuento con un beso
mientras al amigo consolabas
desde el otro extremo de la ciudad
y contenías las ganas de llorar un desagravio.
Y al otro día
vuelves a vivir sin que se note
que dudaste de todos y de todo
y que a pesar de eso caminaste.
Inmaculada García Haro