El pasado Jueves 16 de noviembre tuvo lugar una interesante charla sobre el fenómeno migratorio en Italia, impartida por Massimiliano D’Onofrio, abogado italiano, licenciado por la Universidad de Siena, diplomado en Estudios Jurídicos en la Universidad de Poitiers, master en Derecho Internacional y estudios de doctorado en Ciencia Jurídica por la Universidad de Granada.
El acto estuvo presentado por Ángel Pacheco Claros, presidente de nuestro Ateneo que realizó una semblanza profesional y personal de Massimiliano, salpicada con anécdotas y comentarios sobre su peculiar relación con el conferenciante. La ponencia se centró en un análisis pormenorizado de la situación actual de los movimientos migratorios en Europa y, de manera particular, en Italia.
La desesperación por las crisis en varios países africanos lleva a las personas a montarse en estos botes y poner en riesgo sus vidas. En los últimos años han sucedido varios accidentes en el mar. Los sobrevivientes de los naufragios son llevados a Italia, y una vez ahí pueden solicitar la residencia legal, protección o asilo en cualquier país de la Unión Europea.
Se estima que muchas de las personas que llegan a Italia no quieren quedarse ahí, sino que su meta es llegar a Europa Central o Norte, por lo que evitan llenar estos permisos y quieren seguir su camino por tierra.
La legislación referente a los centros de acogida, distingue tres categorías: Centros de Socorro y Primera Acogida, Centros de Acogida para Solicitantes de Asilo y Centros de Identificación y Expulsión. En los Centros de Socorro y Primera Acogida, es donde los migrantes son identificados y se establece la legitimidad de su permanencia en el territorio italiano o, por lo contrario, se procede con su expulsión.
En los Centros de Acogida para Solicitantes de Asilo es donde los migrantes sin documentación permanecen, en un plazo que va de los 20 a los 35 días, a la espera de que se les identifiquen y se les conceda el estatus de refugiado. En los Centros de Identificación y Expulsión es, sin embargo, donde a aquellos inmigrantes irregulares que no han obtenido el derecho de asilo, se les concentra para evitar su dispersión por el territorio italiano y permitir así a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad italianas de llevar a cabo las expulsiones.