«Buenas noches, ateneístas y simpatizantes. La práctica de la actividad física proporciona múltiples beneficios para la salud de las personas, tanto a nivel físico, psíquico, como social. Estas palabras están, o han estado, alguna vez en boca de todos nosotros. Sin embargo, el porcentaje de españoles que realizan algún tipo de práctica de actividad físico-deportiva, todavía no es muy alto. Sobre todo si observamos y analizamos encuestas o estudios a nivel estatal donde podemos comprobar que, como media, el 45% de los españoles manifiesta realizar ejercicio físico de manera habitual. Pero los resultados en la población mayor de 50 años que realiza algún tipo de actividad física de forma regular descienden hasta el 15%. Los motivos por lo que esto ocurre y las variadas propuestas de mejora serán parte de la charla-conferencia que hoy nos propone Rubén Trigueros Ramos.
Rubén es, curiosamente, un almeriense nacido en Linares en 1987. Doctor en Educación por la Universidad de Almería, psicopedagogo y maestro de Educación Física, es también Máster Oficial en Investigación y Evaluación Didáctica, y Entrenador Personal Orientado a la Salud. Su formación académica se ha ido complementando con cursos especializados como Dificultades de aprendizaje en educación, Inteligencias múltiples para docentes, Columna vertebral, ejercicio físico y deporte, y Didáctica para el Aula: Medios, Recursos y Materiales. Es miembro del grupo de investigación Desarrollo humano e intervención socio-educativa, y del Comité editorial de la Revista de Psicología del Deporte.
De sus publicaciones más relevantes destacaremos las siguientes:
- Prevención de la conducta antisocial a través de la práctica de actividad física y deportiva,
- Mejora de la resiliencia a través de la actividad física y recreativa,
- Avances en actividad física y deportiva inclusiva,
- Ocupación de ocio para un envejecimiento activo de calidad,
- Validación y adaptación española de la escala de resiliencia en el contexto deportivo,
- la influencia de programas de actividad física en la calidad del sueño en personas mayores de 55 años,
- Adaptación y validación al contexto de la Educación Física de la escala de frustración de las necesidades psicológicas básicas en el ejercicio físico.
Para terminar esta presentación lo haré citando sus propias palabras: “Los beneficios que provienen de la práctica regular de actividad física pueden dividirse en torno a tres grandes finalidades para una mejor calidad de vida: La mejora de la salud en general, el bienestar cognitivo-emocional, y una condición física adecuada para la persona.”
Bienvenido pues, Rubén, a nuestro Ateneo de Motril, y gracias por tu participación en nuestra programación de actividades.«
(Dr. Antonio Fernández Ferrer, Secretario del Ateneo. Motril, a 1 de Febrero de 2018)
La influencia de la actividad física sobre las personas en la etapa adulta
Dr. Rubén Trigueros Ramos
Resumen
Como es sabido, la práctica de actividad física proporciona múltiples beneficios hacia la salud de las personas tanto a nivel físico, psíquico, como social (Deci y Ryan, 2000; Gagné y Deci, 2005; Varo, Martínez y Martínez-González, 2003). Sin embargo, el porcentaje de españoles que realizan algún tipo de práctica de actividad físico deportiva, todavía no es muy alto. Este se confirma si observamos la última encuesta realizada a nivel estatal por el CIS en 2015, donde se observó que solo el 45% de los españoles ha manifestado realizar ejercicio físico de forma habitual. Siendo aun más relevante si observamos que la población mayor de 50 años que realiza actividad física habitual desciende hasta el 15%.
Los motivos por lo que esto ocurre pueden deberse a razones de trabajo, situación familiar o bien puede deberse a que una parte importante de la población española no tiene interés hacia la actividad físico-deportiva (García-Ferrando, 2006). Además, tal como ha señalado la estrategia Naos del Ministerio de Sanidad y Consumo (2005), la población española más adulta es cada vez más sedentaria, ya que prefieren pasar más tiempo realizando actividades pasivas tales como ver la televisión, reuniones con amistades, lectura, pasar más tiempo navegando por internet, sin olvidar la existencia de una mayor red de transporte público con que desplazarse a diferentes lugares de la ciudad. Estos datos se ven reflejados en el último informe de la OAD (2010), que puso de manifiesto que durante la adultez y más conforme esta va avanzando disminuye la práctica de actividad física debido a que dan prioridad a otro tipo de actividades y la no realización de determinadas actividades.
Esta inactividad puede tener una serie de consecuencias graves sobre nuestro cuerpo entre ellas un envejecimiento acelerado de nuestro aparato locomotor (eg. osteoporosis, artrosis, diminución de la masa muscular, etc.), aparato cardiovascular (eg. hipertensión, hipotensión, riesgo de infarto, etc.) aparato respiratorio (eg. diminución de la capacidad pulmonar, descenso del caudal respiratorio, etc.), aparato digestivo (eg. atrofia de la mucosa intestinal y atrofia del hígado) y a nivel neurológico (eg. disminución de las conexiones neuronales, disminución de la memoria, etc.).
La práctica de actividad física puede ayudar a retrasar estos signos del envejecimiento (no a pararlos) ya que los beneficios que aporta a nivel físico y mental son inmediatos y a largo plazo. Ello se ha demostrado en numerosos estudios (Andreyeva, Michaud, y Soest, 2007; Bruce, Fries, y Lubeck, 2007) donde se ha observado que las personas físicamente activas tienen menos limitaciones físicas conforme pasan los años, en comparación con los sedentarios, además de un mejor autoconcepto de mismo, ya que, condicionará en gran medida su sentimiento de “sentirse mayor o viejo” (Dionigi, 2007). Estos beneficios que provienen de la práctica regular de actividad física pueden dividirse entorno a tres grandes finalidades para una mejor calidad de vida: La mejora la salud en general, el bienestar cognitivo-emocional, y una condición física adecuada para el desempeño de la persona. En función del campo de acción en donde se desarrollan las actividades físicas (deportivas, recreativas, salud o rehabilitación) estas siempre tiene que estar relacionada con la salud y el bienestar donde son recomendadas actividades moderadas, que deberán ser practicadas a lo largo de la vida (ACSM, 2000).
Referencias
- Andreyeva, T., Michaud, P.C. y Soest, A. (2007). Obesity and health in Europeans aged 50 years and older. Public Health, 121, 497-509.
- Bruce, B., Fries, J.F. y Lubeck, D.P. (2007). Aerobic exercise and itsimpact on musculoskelyal pain in older adults: a 14 year prospective, longitudinal study. Arthritis Research y Therapy, 7(6), 263-270
- American College of Sports Medicine (ACSM, 2000). ACSM’s guidelines for exercise testing and prescription, 6th edition. Baltimore. Lippincot Williams and Wilkins.
- Centro de Investigaciones Sociológicas. (2015). Encuesta sobre los hábitos deportivos en España 2015. Avance de resultados. Madrid: Consejo Superior de Deportes.
- Deci, E. L., y Ryan, R. M. (2000). The “what” and “why” of goal pursuits: Human needs and the selfdetermination of behaviour. Psychological Inquiry, 11, 227-268.
- Dionigi, R. (2007). Resistance training and older adults’ beliefs about psychological benefits: the importance of self-efficacy and social interaction. Journal Sport Exercise Psychological, 29(6), 723-746.
- Gagné, M. y Deci, E. (2005). Self-determination theory and work motivation. Journal of Organizational Behavior, 26, 331-362.
- García-Ferrando, M. (2006). Posmodernidad y deporte: entre la individualización y la masificación. Encuesta sobre hábitos deportivos de los españoles 2005. Madrid: CIS. CSD.
- Ministerio de Sanidad y Consumo (2005). Estrategia Naos: Estrategia para la nutrición, actividad física y prevención de la obesidad. Madrid: AESA.
- OAD, Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía. (2010). Hábitos y actitudes de la población andaluza ante el deporte. Sevilla: Junta de Andalucía.
- Varo, J.J., Martínez, A., y Martínez-González, M.A. (2003). Beneficios de la actividad física y riesgos del sedentarismo. Med Clin, 121, 17, 665-702