“Si bien la mujer siempre tuvo una presencia activa en el flamenco, no es menos cierto que su papel nunca fue considerado en su justa medida.”
Durante siglos, la sociedad se ha organizado teniendo como base la división sexual, no las capacidades de las personas que las componían. Al hombre le correspondía el trabajo productivo y a la mujer el trabajo doméstico.
La mujer ha sido considerada durante siglos “ciudadana de segunda categoría”, sin derecho a información, sin derecho al voto, sin derecho al trabajo remunerado, sin derecho a la independencia…Este perfil no ha sido ajeno al mundo del flamenco. Se puede deducir que la mujer ha estado limitada en todos los ámbitos de desarrollo del flamenco: El baile, el cante, el toque, su participación en la vida profesional, la vida pública organizativa y de extensión y expansión del flamenco.
Todo esto se nos antoja pasado, obsoleto y carente de importancia hoy en día, ya que existen leyes y vivimos una realidad política y legislativa donde los derechos y deberes de las personas están tratados desde la Igualdad. Pero hemos de saber de dónde procedemos para entender cuál ha sido el valor y enjundia de la lucha, en qué lugar nos corresponde estar a las mujeres en una sociedad democrática e igualitaria y cuál es nuestro papel real a día de hoy. Reflexión que desde el Ateneo de Motril queremos hacer, centrándonos en un aspecto de nuestra Cultura Andaluza como es el Flamenco.
El Flamenco desde sus orígenes y en todas sus manifestaciones musicales, culturales, tradiciones y costumbres, que son el sentir y el vivir de todos los pueblos que compusieron e hicieron posible el Pueblo Andaluz, se ha visto muy influenciado por la presencia femenina. Las Mujeres han sido no solo creadoras de cantes y estilos sino que por las circunstancias sociales e históricas que rodearon a este Arte en su nacimiento y aparición, dentro del ámbito familiar, ellas han sido sus conservadoras y transmisoras del mismo. Es difícil encontrar un cantaor antiguo que no aprendiera de su madre, su abuela o alguna mujer de su entorno más próximo. Es cuando se convierte en arte, se hace público y se profesionaliza, muchas mujeres cantaoras son relegadas al anonimato y al ámbito exclusivo de lo privado, consecuencia sin duda, al dominio de las culturas dominantes puramente masculinas y en demasiadas ocasiones machistas.
No obstante su presencia e influencia ha sido innegable e imparable. Y a pesar de las luchas sociales y culturales, fueron muchas las mujeres que contra todas las trabas fueron verdaderas artista, creadoras e intérpretes de este cante, de las cuales el cante se nutrió y amplió con muchos estilos que conforman en la actualidad la estructura de este arte. En la actualidad es importantísimo el elenco de artistas, cantaoras y bailaoras de flamenco, cuya influencia ha quedado presente en los diferentes estilos y escuelas que han creado sus precursoras.
Si hacemos un estudio del carácter y la imagen patriarcal que siempre ha tenido el flamenco, de la realidad de la presencia y papel de las mujeres en el mismo, pasando por la observación de la imagen que de ellas se reflejan en las letras de los cantes flamencos, de las limitaciones a la hora de desarrollar este arte como es la no inclusión en el mundeo de la guitarra, las exigentes diferencias establecidas entre el baile de mujer y el baile de hombre, la escasa presencia en el mundo artístico flamenco, su cuestionada función y participación en las peñas flamencas, su carente poder directivo y organizativo, hasta llegar al análisis de la vida de las cantaoras legendarias…, vemos que, es un tema digno de investigación y estudio en el que se impone como muy necesario el hecho de que durante los mismos, habrían de primar el rigor y la discusión por encima de anécdotas y leyendas ya y en estos tiempos insostenibles.
Aún hoy es imprescindible tener siempre un objetivo claro: reivindicar el importantísimo papel que la mujer ha ejercido a lo largo de la historia documentada del arte flamenco en cualquiera de sus facetas, algo que a estas alturas debiera ser innecesario, pero que todavía es preciso recordar.
Por más que el tema (central) de la MUJER esté de moda; porque la mujer es cada vez más parte esencial del engranaje de nuestra sociedad en el siglo que transcurre, su estudio analítico breve pero intenso, en este escrito de opinión que dedico al flamenco no solo puede considerarse de suma importancia sino que es una novedad, pues desde la perspectiva de género es la primera vez que el ATENEO se encara con el tema y porque además hemos abierto una puerta hacia el entendimiento y comprensión de que el arte flamenco ha sido construido entre hombres y mujeres y el protagonismo de ambos, el papel , presencia y aportaciones de ambos han de depender en la actualidad, solo de sus capacidades y condiciones artísticas personales.
Y por eso hemos de felicitarnos de que lo hayamos incluido en nuestra programación como elemento de continuidad y estudio.
La continuidad de este análisis y estudio, debiera ser el camino a seguir hasta llegar a conclusiones efectivas que dejen sentado claramente y de manera exhaustiva el verdadero papel de la mujer en el nacimiento y posterior evolución del arte popular más bello y profundo de cuantos se dan en el mundo.
¡Dejaremos patente que el tema de género y flamenco es un tema que interesa a los flamenco/as y a toda la sociedad!
En definitiva pretendemos poner en evidencia que es necesario todavía localizar las formas y elementos en que el sistema y la cultura patriarcal, ha limitado las posibilidades de desarrollo personal y profesional de las mujeres cantaoras. Ver y sentir que estos elementos que han de ser visibilizados, para que así podamos hacer un frente común con nuestras conciencias y que evite que siga influyendo contra las mujeres flamencas.
Porque hemos de saber explícitamente, que todavía hoy existen situaciones y aspectos organizativos y directivos del mundo del arte flamenco y espacios donde las mujeres artistas tienen dificultades culturales que les impiden acceder. Que existen muchas letras sexistas que tratan a la mujer como un ser inferior, dependiente del hombre, merecedora de insultos, amenazas y maldiciones. Que se impone trabajar una actitud de rechazo y que incluso nos ayude a sensibilizarnos y a afinar el oído localizando letras que incitan a los malos tratos.
También queremos reivindicar la enseñanza del flamenco y su inclusión en nuestro Sistema Educativo. Es un debate que invariablemente llega siempre a la misma conclusión: la enseñanza del flamenco es necesaria, por cuanto nos pone en contacto con el conocimiento de la música por antonomasia de Andalucía, con su cultura, con sus tradiciones más ancestrales e imperecederas, con la sociedad de antes y de ahora, con la historia y la geografía de nuestra tierra y con una forma lúdica de entender, querer y respetar nuestras raíces…
Desde el Ateneo estamos cumpliendo con nuestro propósito de trabajar por la difusión conocimiento y reivindicación de este Arte, esencia de los pueblos que conformaron nuestra tierra, Andalucía.